30/3/08

NO NOS ENTUSIASMA JUAN PABLO II


Por lo visto el Ayuntamiento de Logroño ha decido poner una calle a nombre de su Santidad Juan Pablo II y de su secretario Monseñor Somalo y estoy escandalizada de que esta decisión la haya tomado un ayuntamiento presidido por PSOE.

Muchos pensamos que de haber habido orden en este mundo a este buen señor se le habría juzgado y condenado por atentado contra la Sanidad Pública. Algunos de los que lo conocieron se atreven a decir que no tenía ni inteligencia ni cultura para ser papa y sospecho por las muchas bobadas que dijo a lo largo de su pontificado que era cierto. Parece ser que se encerraba a rezar en plan místico sufriendo terriblemente por los pecados que en ese momento estábamos cometiendo el resto de los mortales, el de copular con gusto debía de ser el peor.

No he visto que aprovechase sus viajes para visitar burdeles de Tailandia, ni fábricas de la India, ni minas de Sudamérica donde están los niños y las niñas esclavizados. Cuando se dirigía a los africanos que tienen la costumbre de ser asiduos visitantes de los burdeles aún cuando tienen varias mujeres, no les regañaba tanto por ir al prostíbulo como por si se les ocurría usar un preservativo.

No le ha importado la condición de la mujer en el mundo. Le daba igual cuántos miles de mujeres paren una y otra vez hasta que la muerte les sobreviene en un parto. El mundo no puede soportar el crecimiento que conlleva el que las tres cuartas partes de las mujeres de la humanidad tengan entre ocho y quince hijos. No se puede mantener. Es el caos, no hay naturaleza que resista este impacto poblacional.

No convenció ni a los que dicen que son sus seguidores, me explico, los del Opus tienen siete hijos, el octavo parece que viene por descuido, y ahí se paran, ¿no les parece raro? Me da la impresión de que tienen ese número de hijos para entrar en su club y que luego usan métodos anticonceptivos como el resto de los europeos.

Si un Ayuntamiento del PP le hubiera puesto una calle a este hombre derechón y reaccionario, que sentía un odio visceral a todo lo relacionado con el marxismo y que beatificó a todos los individuos que le propuso el Opus, nos habríamos escandalizado todos. Ahora, no puedo menos que decir que estamos haciendo el RIDÍCULO, y si alguno piensa que van a ser los del PP los que vayan a poner una calle a Manuel Azaña es que tiene demasiada imaginación.

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